¿Y qué es eso de la sostenibilidad? Algo es sostenible cuando en su producción se ha hecho todo lo posible para no dañar el medio ambiente, de tal forma que las generaciones que vengan detrás puedan disfrutar de la misma riqueza que se encontraron sus predecesores. Y así, década tras década.
Uno de los puntos clave en la sostenibilidad se halla en los propios hogares, en la elección del consumidor cuando decide comprar tal o cual producto. Si apoya los alimentos que han sido criados o cultivados de manera respetuosa con el medio ambiente está apoyando la sostenibilidad. Está apostando por un presente y futuro mejores para todos. Y es precisamente en este punto en el que se detiene la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) en su celebración anual del Día Internacional de la Alimentación (16 de octubre).
Bajo el título “El clima está cambiando, la alimentación y la agricultura también”, la FAO señala que a este ritmo y con estas maneras de producción, la humanidad puede llegar a pagar en escasas décadas un precio muy alto: “Uno de los mayores problemas relacionados con el cambio climático es la seguridad alimentaria. Las personas más pobres del mundo, -muchas de las cuales son agricultores, pescadores y pastores-, están siendo los más afectados por las altas temperaturas y el aumento de la frecuencia de desastres relacionados con el clima. Al mismo tiempo, la población mundial crece de manera constante y se espera que llegue a 9.600 millones de personas en 2050. Para cubrir una demanda tan grande, los sistemas agrícolas y alimentarios tendrán que adaptarse a los efectos adversos del cambio climático y hacerse más resilientes, productivos y sostenibles. Es la única manera de que podamos garantizar el bienestar de los ecosistemas y de la población rural y reducir las emisiones. Cultivar alimentos de manera sostenible significa adoptar prácticas que producen más con menos en la misma superficie de la tierra y usar los recursos naturales de forma juiciosa”.
Así las cosas, hay que empezar desde ahora mismo con gestos que contribuyan a paliar el calentamiento global. Consumir productos provenientes de la agricultura o cría ecológicas es más respetuoso con el medio ambiente. Desde casa, consumiendo de manera responsable, podemos lograr mucho.
¿Y tú, ya consumes alimentos ecológicos?