A esta moda antigluten han contribuido las declaraciones de muchos famosos que cuentan sus trucos para mantenerse delgados y jóvenes y que apuntan, sin base científica, a los cereales y al gluten presente en ellos como la causa de un vientre hinchado o de una figura con unos kilos de más.
El gluten es un conjunto de proteínas que contienen cereales como el trigo, la cebada, el centeno, la espelta, la avena, o el kamut, principalmente. Es lo que aporta elasticidad, esponjosidad y cohesión a las pastas y masas de pan, hojaldre, spaguetti… Hay voces que apuntan que no es imprescindible para el ser humano, pero esto no parece tan claro. “No se ha demostrado que la eliminación del gluten en las dietas de personas no celíacas tenga beneficios para la salud”, señala la doctora Beatriz Navia, profesora en la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid.
Cierto es que no conviene abusar del consumo de pan, pero no lo eliminemos así como así. Campañas como la desarrollada por la asociación “Pan cada día” recomiendan hacerse las pruebas de celiaquía antes de tomar la drástica decisión de hacer desaparecer el gluten de nuestra dieta.
Otra cosa es descubrir, a través de estas pruebas médicas, que se es celíaco. Entonces, todas las precauciones. En España, sin ir más lejos, 400.000 personas son celíacas (el 1% de la población), y parece que esta cifra se incrementa cada año en un 15%. En este caso, sí se debe eliminar totalmente el gluten de la dieta.
Eventos como “MAD Gluten Free 2016”, que se celebra este marzo por primera vez en Madrid, cuentan con más de 100 expositores con productos libres de gluten dirigidos a esta parte de la población y ponen de relieve las necesidades de consumo de estas personas.
Y empresas como Biomenú ofrecen sus menús y ensaladas adaptados para celíacos y cualquier otra alergia o intolerancia haciendo el pedido con antelación.
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